Imagen de perfilLA HUÉRFANA ABANDONADA

Javier Puchades Sanmartin 

Nunca había visto un caso así en toda mi carrera profesional como abogado especializado en encontrar personas desaparecidas. Cuando entró en mi despacho, su aspecto representaba más de cuarenta años. La vida la había tratado mal. Lo primero que me llamó la atención fue su nombre: Constitución. ¿A qué padres se les pudo ocurrir?

Entre lágrimas, me dijo que necesitaba mi ayuda, que como cualquier miembro de la ciudadanía tenía sus derechos. Sin poder casi articular palabra, me comentó que siempre le habían contado que tenía varios padres. ¿Cómo era eso posible? ¿Acaso su progenitora era una prostituta o, tal vez, fue víctima de una violación grupal? ¿Qué misterio escondía esta mujer? Precisamente eso hizo que aceptara su caso.

Me comprometí con ella que antes de su próximo aniversario, en diciembre, resolvería su enigma. ¿Por qué la historia siempre ocultó la identidad de su madre?

 

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