Imagen de perfilCuerda para rato

José Manuel Benito Díaz-Mayordomo 

Sonó el despertador. Era un día de diciembre más. Jueves, para ser exactos. No se había entrado en el invierno pero, aún así, hacía bastante frío en el exterior y las noticias que emanaban del televisor no eran esperanzadoras al respecto.

Además, aquel día tenía dos complicadas vistas consecutivas por la mañana y una trascendente reunión por la tarde. Extremadamente férreo tribunal, excelentes compañeros contrarios y exigentes clientes importantes… Acabaría demasiado tarde. Otro año que no podría celebrar su aniversario con su cónyuge en plazo y forma.

Por suerte, estaba convencida que su fuerte constitución mental, que ya le había hecho aguantar cuarenta años de dura profesión, le haría seguir al pie del cañón luchando erga omnes contra viento y marea siendo el altavoz de los derechos de la ciudadanía durante muchos años. Al fin y al cabo, era profesional. Era abogada de todas las personas. Como la Constitución Española.

 

+2

 

Queremos saber tu opinión