Imagen de perfilEl visador visado

maria pilar marco 

La joven abogada subió a fiscalía para llegar a una conformidad con el fiscal. Tras repasar el escrito de acusación, se dio cuenta de que el visado estaba mal y la pena no correspondía al delito. Farfullando tímidamente, le dijo al fiscal: “tal vez deberías decirle a tu jefe que le diera una vuelta”.
El fiscal, con mirada inteligente le dijo: “Es interesante. Se lo he dicho a mi jefe pero me ha dicho que no cambiara el formato y que siguiera con esa acusación. Voy a hablar con el”.
El visador sonriente, procedió a salir a hablar con la abogada y cuando esta le vio, empezó a reir y lo entendió. Era una trampa de ese Fiscal, su antiguo profesor de Penal que siempre le dijo que debía repasar a fondo los escritos y defender de la mejor manera a quienes han representaba. Misión cumplida.

 

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