Un problema de vivienda

Agustín de las Heras Martínez · Madrid 

Me había contratado porque deseaba obtener la cédula de habitabilidad de la portería y eso era prácticamente imposible. Por más que hablaba con él no me escuchaba. Había traído todos sus cachivaches y tenía un chiringuito montado que ocupaba toda la superficie. Me daban ganas de agarrarle del cuello y zarandearle para que entrara en razón pero no estaba bien que un abogado como yo hiciera eso. El plazo terminó el domingo. Había mucho público expectante y para que comenzara el arbitraje llamaron a las fuerzas del orden público que comprobaron la identidad de mi cliente. Le sacaron en volandas, limpiaron la portería… y comenzó el partido de fútbol.

 

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