Réquiem por Don Pepito

Felipe Zaglul Criado · Madrid 

Su Jurisdicción abarcaba gran parte del distrito madrileño de Chamartín. Una parada de autobús constituía su domicilio habitual; otra, más al sur e iluminada por una bombilla de farola, le servía como residencia de verano. Premio Nacional de Ensayo Jurídico en los ochenta; su gran fama de abogado penalista le llevó a participar en una importante reforma normativa. Pero todo esto no le impidió abrazar el mundo de la mendicidad, cuando veinte años más tarde una mala práctica jurídica le apartó de todo aquello que controlaba. Pedía en las iglesias de la zona y a veces comía en un albergue de religiosos; lo que no le impedía blasfemar constantemente contra curas y monjas cada vez que podía. Un catarro se lo llevó el pasado invierno. Obrero o marinero decían que había sido; yo, en cambio, a título póstumo, le he asignado un ilustre pasado jurídico.

 

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