Arranco y salgo a toda velocidad. Conozco el recorrido de la comisaría al juzgado de memoria. Habrá atasco. Tomo un desvío y mantengo la concentración en el caso. Malik es pobre, pero inocente. Hubo mala praxis en la rueda de reconocimiento. Tengo pruebas.
Cuando la acusación establece los cargos, presento el documento gráfico al juez. Ante la evidencia, Malik queda en libertad.
Me llena de orgullo poder ayudar a personas como él. Su único delito es haber nacido en la zona geográfica equivocada.
Malik llora de alegría. Agradecido, me regala uno de los collares que él mismo hace. Lo acepto.
El fiscal se acerca y me felicita.
—Enhorabuena. Pocos son tan diligentes en su trabajo. Debería plantearse cambiar de bando.
—Gracias, pero prefiero mi ocupación. Aunque sea un simple abogado del turno de oficio, considero mi labor fundamental. Solo nosotros salvamos del sistema a quienes habitan en sus márgenes.
+13
Queremos saber tu opinión
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
Felicidades, Juan Pedro. En casos como el tuyo se ve la vocación de abogado.
Ahí va mi voto. Suerte.
Muchas gracias!! Kant decía que si sigues tu vocación estás en camino de la felicidad. Me gusta pensar que son más los que persiguen la felicidad de esa manera que por medio del dinero.
Saludos.
De nada, Juan Pedro. Mucha suerte.
Un saludo.
Juan Carlos.