El cuento de los tres acusados
Marta Trutxuelo GarcíaPor fin acabaría con ellos, con los tres. Se les acusaba de incumplir la ordenanza urbanística y de un delito de lesiones. El fiscal presentó las pruebas: un caldero de agua hirviendo, testigo del intento de tortura, y la credencial del colegio de arquitectos del demandante. Cuando les llamó a declarar, los tres acusados juraron que les habían echado de sus casas, a lo que el arquitecto- demandante alegó que desalojó por precaución las viviendas de paja y madera, y que al tratar de inspeccionar la de piedra entró por la chimenea y cayó al caldero, sufriendo graves quemaduras. Los acusados decían que actuaron en defensa propia, reivindicaban su condición de víctimas de acoso y engaño de un depredador. Según la sentencia los tres cerditos costearían una nueva Inspección Técnica de Edificios (ITE) y la factura del hospital del arquitecto. Bajo la toga de fiscal, el lobo relamía su victoria.
+18
Queremos saber tu opinión
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
Me encantan los cuentos. Pero hay versiones que los mejoran, como es el caso.
Gracias mil, Margarita!
Una que ya no sabe qué inventar, ja, ja… a plagiar toca!!!
Un abrazo
Marta
Marta, está claro que tienes mucho cuento! (del bueno, claro…). Saludos.
Eso eso, Eva… mucho cuento… y lo demás son tonterías!!!
Gracias por pasarte!!!
Un abrazo
Marta
Marta, me encanta tu versión del cuento tradicional.
Qué bien encajadas las palabras, qué buena trama, qué desarrollo tan desternillante…
Te aplaudo con el voto número 2, aunque sospecho que esto no ha hecho nada más que empezar.
Olé tú y la madrequeteparió!!!
Pd: Este mes no me esperes.
Towiii… muchas graciaaas!
Yo que esperaba que coincidiéramos en historias de cerditos y otras «guarradas», je, je… (con perdón). Bueno… descanso estival… para que disfrutes del premio del mes pasado, eh?
Me alegro de que te haya gustado… le debo la idea a Ángel, que me la propuso cuando hice aquél de la aboghada madrina… ahora se lo agradezco…
Un besooote enorme y aprovecha para descansar con las musas… o irte de parranda con ellas!!!
Marta
Ayyyy. Me encanta!!!
¿Puede, una versión ser más creativa, elaborada y divertida que el original?
Ante tu relato, tengo muy fácil la respuesta: sí, claro que sí!!!
Marta, estupendo trabajo.
Un besazo grande.
Qué de la emoción no le había dado a «votar’!!!
Ya está. :)
Gracias, gracias, Amparo!!
Yo siempre haciendo historias tontorronas, chica… después de leer tu relato, esa sensación se me queda… pero bueno… tiene que haber de todo en la «viña del contador», je, jeeee…
Un fuerte abrazo, Amparo!
Marta
Por Dios, Marta…¿Dónde se metieron ese día los de Stop desahucios. Eres única creando versiones disparatadas de los cuentos. Están dinamitando mi infancia. Enhorabuena por este gran cuento. Suerte
Gracias mil, Ángel!!!
Un fuerte abrazo, amigo!!
Marta
Está claro que no tenían la cédula de habitabilidad,jajaja
Muy divertido Marta
Tienes mi voto y mi felicitación
Me alegro mucho de que te haya gustado, María Dolores!
Hay que intentar meter algo de diversión en esta vida, no? je, jeee
Un fuerte abrazo! Y gracias por la confianzaaa
Marta
Un relato que me encantó desde el principio; y si no lo vote antes, fue porque esperé a leerlos todos. Pero este mes somos extrañamente pocos y no se esperan más, ¡creo!.
Enhorabuena. Es brillante. Mi voto y un saludo.
Muchas gracias Benjamin! Me alegro mucho de que tr guste
Un abrazoooo
Marta
Hola, Marta.
Echas mano, muy ventajosamente, de la intertextualidad para darle un giro espectacular al cuento clásico, con un título, peripecia y final más que estupendos.
Un beso grande y feliz verano.
Gracias mil Edu!
Ya estoy disfrutando del veranito… estoy en New York!!!
Un besote… o… kisses!!!
Marta
Y que pases un verano geniaaaal