ABUSO DE PODER
José Luis González MartínezMe largo. Me voy a donde pueda sentirme apreciado. Desde que apostaste por montar tu propio bufete, el choque de trenes estaba cantado. Prefiero gestionar los sentimientos y emociones de algún vulgar maleante que los de un letrado abusón como tú. Aun así, me voy con la seguridad del deber cumplido. Mientras estás encerrado en el despacho, buscando investigar asesinos en serie o simplemente alguna presunta infracción administrativa, a mi me toca abrirme paso en vuestros estados emocionales para arreglar tus difíciles relaciones con Adela, con tus hijos y, hasta con tu suegra. Pero la verdadera causa de extinción de nuestro contrato es el abuso de poder. Pienso denunciarte por incumplimiento del “todo a medias”. Mientras tú dispones de un potente ordenador con dieciséis gigas RAM y un sillón reclinable, yo tengo que analizar mamotretos científicos de Freud, Jung, Maslow y otros, sentado en un miserable taburete sin respaldo.
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Mi voto solidario es para ese menospreciado psicólogo. Taburetes con respaldo ¡ya! (o en su defecto, hamaca de playa). Saludos.
Gracias por tu voto, litispendiente, acabo de volver de unos días de asueto. Se lo trasladaré al psicólogo que, me temo, necesitará muchos más para poner paz. Es de bien nacidos… Un saludo.
Enhorabuena, José Luis!
Muy buen relato, mantiene la intriga entre ese duelo de titanes hasta el final, buen giro!
Me alegra encontrarte también por aquí!
Muxu bat
Marta
Yo también acabo de volver a la cruda realidad, snif…