Siempre hay alguien mejor

Ana Asensio Santisteban · Valladolid 

Cómo pasan los años y mi vida sólo está llena de recuerdos desde el momento de mi detención; pero aún así, la recuerdo con orgullo. Con esfuerzo y constancia, quería ser el mejor alumno de la facultad de derecho y lo conseguí. El día de mi graduación, con ese horrible birrete, hasta fui felicitado personalmente por el rector. Después, quería ser el mejor abogado de mi ciudad y monté mi propio bufete con la mujer de la que me enamoré y con la que me iba a casar, ya que admiraba lo bien que ejercía la abogacía. El día de mi boda, con tretas y artimañas, mi futura esposa me denunció por blanqueo de capital en el negocio que llevábamos conjuntamente. Tenía hasta pruebas que me inculpaban, quedándose, así, con todo mi patrimonio. Ahora de mi cabeza sólo se escuchan palabrotas, ella siempre será la mejor.

 

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