Nunca más

Ariel Flühr Arnau 

Sobre el suelo echado, mi hijo Javier jugaba con figurillas de papel, que se le antojaban fornidos gladiadores romanos. Luchaban éstos a vida o muerte, en la arena de un imaginario anfiteatro, en realidad, maqueta hecha de papel.
“-¡El César te condena a morir!-exclamó gravemente mi hijo, dirigiéndose al monigote más desfavorecido.”
Al acercarme para contemplar desde más cerca la fantástica escena, pude advertir que todos los objetos papirofléxicos utilizados en la representación estaban mecanografiados. Empecé a tener la mosca detrás de la oreja. Después de reconocer por todo el decorado de papel, algunos de los términos más utilizados en mi profesión: demanda, recurso, informe, …, fui realmente consciente de la gravedad del asunto. Mi hijo había estado dando tijeretazos, a todo documento que había encontrado en mi despacho…¡Perteneciente a la sala de lo penal! ¡Nunca más, volveré a traer a mi hijo al trabajo, nunca más!

 

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