La faena

Mayte Martín Tejeda · Madrid 

“Negro, zaino, barrigón” pensó el abogado al ver llegar a la Sala la imponente figura del fiscal embutida en un traje negro y lanzando miradas torvas en derredor. El abogado se persignó discretamente y respirando hondo ajustó su pantalón como si fuese la taleguilla del traje de luces. Presentía una difícil corrida en la arena de la Sala. Comenzó el juicio, turno para el fiscal. Lanzó una buena embestida cuando presentó la primera prueba; la maqueta con la voz del acusado. Murmullos en la Sala. Cambió el tercio y fue el turno del abogado defensor. Esquivó con maestría las cornadas del fiscal y lanzó la estocada final con su informe. En las caras del tribunal se adivinó que había evitado la condena del acusado. Abatido el morlaco, el abogado salió por la puerta grande de la Sala. El fiscal se fue, gachas las dos orejas y el …ánimo.

 

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