Defensa siciliana

JOSE VICENTE P¡REZ BRIS · Bilbao 

Amanda Wallet era la mejor criminalista de Nueva York. Aunaba inteligencia, belleza y clase. Vestido de Armani, bolso Gucci y zapatos Blani. Lucía un piercing en el estómago y una automática de ocho tiros en el liguero. Costeaba su nivel de vida defendiendo a tipos duros. Servicio de consulta de mafiosos, traficantes y chulos de la peor estofa. Pero como todo buen ciudadano que se precie, la letrada actuaba pro bono para acusados sin recursos. Era su forma de limpiar la conciencia. Pero en esta vida paralela de buena conducta, encontró su Némesis. Jonathan Urman hijo superó el baremo de corrupción hasta ahora conocido. La sometió a sus vicios y caprichos como un virus somete un sistema telemático. Era su adicción. Una especie de droga que proporcionaba dolor y placer a la vez. Solo una bala de punta hueca podría romper la asociación.¡€™La defensa ha concluido su alegato, señoría?.

 

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