EN DEFENSA DE LOS KEPLERIANOS
Ernesto Hidalga Erenas · BadalonaCuando llegaron los alienígenas del planeta Kepler-438b, la humanidad entera entró en guerra contra ellos. Después de cinco años de conflicto, y tras erradicar prácticamente a todos los keplerianos (aunque prefieren ser llamados wyjgrud), descubrimos que habían venido en son de paz. Ahora, a los pocos extraterrestres supervivientes se les ha considerado población vulnerable y se les ha dado una segunda oportunidad (¿acaso tuvieron una primera?) para integrarse en nuestra sociedad. Pero eso es anecdótico, pues la injusticia del genocidio (¿o debería decir xenocidio?) sigue ahí. Además, a pesar de ser entes capaces cruzar galaxias, se les ofrece empleo no cualificado. Por eso, yo mismo, abogado de reconocido prestigio, voy a ofrecerles mis servicios a los wyjgrud para que denuncien al Gobierno Terrestre. Espero conseguir una indemnización que les permita huir de aquí, porque si no, en menos de una década, no quedarán wyjgrud salvo en reservas y zoos.
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Muy original. He disfrutado con esta parábola del indio americano (del norte) Mucha suerte y mi voto.
Muchas gracias. Sí, la parábola sobre todo hacia el final, con lo de las reservas… aunque no ha sido el único caso. Creo recordar que en Holanda y otros países europeos, a finales del XIX y quizá incluso a principios del XX había zoos en los que se exponían a individuos africanos.
Por suerte esas cosas han quedado atrás y nos parecen aberrantes.
:)
La implacable ley del más fuerte es la que se impone en la naturaleza como también y en especial, en la historia humana. Tal vez algún día entendamos que ser fuerte no es solo esgrimir fuerza bruta y atacar de forma preventiva, por si acaso: tal vez la verdadera fuerza provenga de la integración de los seres inteligentes con el objetivo común de progresar. Si los keplerianos hacen honor al nombre de su planeta han de ser buenos astrónomos y matemáticos.
Estos alienígenas, que habría podido aportar mucho a la humanidad, fueron a parar al planeta equivocado, al de los seres más belicosos y poco fiables del universo conocido. Ahora se ven condenados al ostracismo, e incluso, a la extinción. Merecen que alguien los defienda.
Un relato que demuestra que no escarmentamos, que parece que no seamos capaces de aprender, aunque deja un resquicio abierto a la esperanza, con la defensa de ese abogado.
Un saludo y suerte, Ernesto
Muchas gracias.
Sí, la idea tampoco era escribir algo deprimente. De hecho, por cada guerra, genocidio, conflicto y demás, siempre ha habido personas que se han opuesto al derramamiento de sangre.
Siempre hay esperanza.
Y no cabe duda de que, aunque aún hay mucho por hacer, en ese sentido hemos avanzado mucho en los últimos tiempos. Apenas hace unos siglos se podía matar al vecino porque te hubiera insultado.
Quizá si seguimos avanzando, si sucediera lo de los keplerianos no se daría y, realmente, como sociedad en conjunto, estaríamos abiertos a la paz antes que a la guerra, aunque fueran seres desconocidos.
Ah, los keplerianos son muy inteligentes, por algo fueron capaces de llegar hasta nuestro planeta (por medio de vórtices que permiten viajar saltándose la ley de la relatividad). Pero, los pobres, pues no esperaban encontrarse una respuesta violenta… ^^U
Por cierto, se llaman así porque realmente existe el planeta Kepler-438B y es uno de esos planetas muy parecidos a la Tierra donde se especula que podría haber vida. Pero como nos cae muy lejos, no podemos corroborarlo. :)
Me encanta, Ernesto, por desgracia es muy plausible. Y genial el final, yo también me pondría del lado de los pobres keplerianos. Suerte y mi voto.
Muchas gracias Ana María.
Sí, por desgracia, a día de hoy es muy plausible que si apareciera en nuestro planeta una especie alienígena, nosotros la atacáramos sin previo aviso. La humanidad se ha movido a base de invasiones y guerras y, por lo tanto, es normal que creamos que cualquier ser vivo, aunque procediera de otra galaxia, debería obrar así. Aunque, en realidad, no tiene por qué.
Y sí, el final, como he dicho en otro comentario, tampoco quería que fuera deprimente. Siempre hay esperanza, siempre ha habido y habrá personas que se opongan a guerras, genocidios y violencias varias. De hecho, como sociedad hemos avanzado muchísimo en ese sentido y lo que ahora nos puede parecer aberrante, como matar al vecino porque te ha insultado, hace siglos era aceptado y normal. Así que hay esperanza. :)
Gran relato que nos muestra como lo que somos como especie: arrogantes y obtusos. Ejemplo futuro de la historia universal. Muy bien pergeñado. Enhorabuena, mi voto, y un saludo
Muchísimas gracias.
Sí, la historia lleva repitiéndose milenios, y consiste, en gran medida, en invadir y/o ser invadidos. Por eso no creo que, aunque hayamos avanzado mucho en ese sentido en los últimos dos siglos, la humanidad estuviera preparada para creer que una especie alienígena viene aquí con ideas pacíficas. Je, je.
Un saludo. :)
Siempre nos han metido el miedo en el cuerpo con una invasión alienígena. Como los terrícolas somos tan belicosos, nos parecería raro que vinieran en son de paz…
Enhorabuena por tu relato kepleriano Ernesto, cuenta con mi voto y un saludo.
Muchas gracias por tu comentario.
Sí, todas [o casi todas, por no generaliza] las civilizaciones humanas han luchado por conseguir algo más de terreno, siempre hemos tenido el miedo a una invasión alienígena y yo creo que ni los más pacifistas podrían creer que realmente unos extraterrestres vienen aquí en son de paz. ^^U
Gracias y un abrazo. :)