El efecto toga
laura pilato rodríguezCon mis antecedentes, resulta difícil volver al buen camino.
Te cuelgan el cartel de «delincuente» y es como decretar el rechazo social sin remisión.
Por eso me pareció tan llamativo que, precisamente la viuda del juez, acudiera a mi rescate cual abanderada de causas perdidas.
Me ofreció trabajo, comida, y una gran caja con la ropa de su esposo.
– «Es de tu talla.» – Balbuceó afablemente.
Las camisas me sientan como un guante, y los trajes me han devuelto el saludo vecinal. Pero fue probarme aquella toga, y sentir que me invadía el espíritu de la justicia.
Ahora paso noches en vela, escribiendo arrepentido cartas de perdón a las víctimas de mis fechorías.
He intentado deshacerme de ella, pero me da miedo volver a las andadas.
De momento la guardo en un cajón, junto a una cubertería de plata que mañana mismo devolveré a su dueña.
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Me gusta mucho tu historia y tu forma de contarla, Laura! Mi voto y suerte.
Bonito relato, Laura. Me ha gustado mucho. Espero que tengas suerte y te envio mi voto.
Un abrazo.
Enhorabuena Laura. La sábana santa, la túnica sagrada, la alfombra mágica… y ahora, la toga rehabilitante. Cuida esa toga milagrosa, que no la va a faltar trabajo. Mi voto y suerte.
Ojalá, Laura, en la vida real fuera tan fácil reconvertirse, reconducirse al buen camino. A mñas de uno le vendría bien ponerse una toga de esas, jaja. Me ha gustado tu relato, te dejo mi voto. Suerte,
¡¡Muchas gracias por vuestros comentarios y votos!! Ojalá todo el mundo fuera por este camino, un abrazo para tod@s.
Enhorabuena. Un hermoso mensaje, bien escrito y con un final que obliga, al menos, a una mueca complice. ¿Qué más pedir a un buen microrrelato? Espero que ganes (el jurado lo va a tener fácil)
¡Muchísimas gracias José Luis!
Buena historia, mi voto.
¡Muchas gracias por tu voto! :)
Ergo «si la mona se viste de toga, mona no se queda» o «la toga sí hace al abogado (o al juez)».
Pones magníficamente en entredicho la sabiduría popular, Laura.
Suerte.
Mil gracias,¡un abrazo!
Mi voto a esa toga con efectos tan rehabilitadores.
Jajajaja muchas gracias, un saludo!!
Qué historia más bien contada, me la creo.
¡Gracias Margarita! Un beso