Un siniestro obsequio

Esperanza Temprano Posada · Madrid 

Un extraño regalo de cumpleaños me esperaba encima de la mesa del despacho: Un cofre cerrado con un candado y sin remitente. Conseguí forzar la cerradura, levanté la tapa y comprobé que contenía tres sobres numerados. El primero me desvelaba quien lo remitía: un antiguo cliente al que defendí de una acusación de asesinato de su esposa, la había envenenado poco a poco con un tóxico casero. En el segundo me reprochaba no haber sido más beligerante durante la instrucción del caso y no haberle defendido como él se merecía. Abrí el tercer sobre preso de un ataque de ansiedad que anunciaba los peores presagios, dentro estaba la llave de mi casa, una foto de mi mujer y una nota que decía: -es más rápido con arma blanca- ¡Rosa, dime que no es cierto, coge el teléfono, por Dios!

 

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