EL GRITO DEL SILENCIO
Rolando Benito Correa · Rosario (Santa Fe) - ArgentinaSus manos temblaban acercándose al candado. Lucía sentía que el último lustro se había deslizado por un precipicio de vacíos oscuros, de voces, de interrogantes. Intentó dominar la ansiedad sin conseguirlo. Como un torbellino se atropellaban en su mente rostros, paredes desnudas, frases incompletas: “… decisiones del Juez de Instrucción”, “… apelación”, “… falta de pruebas”, “… lento envenenamiento con un potente tóxico…”. El mundo sólo era un carrusel de locura y vértigo. “Feliz cumpleaños, querido…”. “Bebe esto. Te hará bien…”. “… dice el doctor que…”. “… su cuerpo, pero su alma vivirá eternamente…”. La realidad de la noche se hizo presente con el silbido del viento en los cipreses colándose por entre las rendijas. Miró el nombre grabado en la puerta de la cripta y un grito pidiendo clemencia se ahogó en su garganta. El canto lastimero de un pájaro negro rasgó el silencio.