Mi enfermedad

María Serrano Álvarez · Arganda del Rey (Madrid) 

Siempre he tenido alergia a los abogados, lo cual no ha sido un problema para mí porque yo, enfermera de vocación y mujer no dada a meterme en problemas, no suelo relacionarme mucho con estos soldados defensores de la Ley. Sin embargo, ayer el destino quiso que Daniel, abogado criminalista, sufriera un desmayo tomando declaración por escrito a un testigo. Cuando llegó la ambulancia al hospital y cantaron los del Samur los datos de aquel varón de treinta años, evité acercarme a él. Pero el médico de urgencias, ajeno a mi historial alérgico, me obligó sin miramientos a tomarle la tensión. Obediente, le cogí la mano, preparada ya para sentir en segundos el intenso picor en mi antebrazo que anuncia la llegada del sarpullido. Pero sorprendentemente no hubo picor, sino cosquilleo y el rubor no apareció en mi mano, sino en mi cara. ¿Cambiaron los síntomas? ¿O la enfermedad?

 

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