Un caso imaginario

LITA RIVAS FOLGAR · Teo (La Coruña) 

Nada tienen en común las palabras remolacha, disculpa, instancia, falta y pueblo. Así que se me ocurrió requerir la ayuda de mi bufete para ver como podrían incardinar esas palabras en un caso imaginario. Un pobre diablo llamado Andrés, natural de un pequeño pueblo, sin antecedentes, ni una sola falta, es sospechoso de asesinar a su hermano Ramiro. En el domicilio de la victima había un reguero de sangre y un cuchillo, junto con una prenda del sospechoso. No había cadáver, pero el hermano había desaparecido. Así que a instancia de la Fiscalía se cita a declarar a Andrés, que se disculpa alegando que era una broma macabra: había mezclado remolacha, con kétchup y cola cao, como un sucedáneo de la sangre, así que su bohemio hermano se habría largado. Pero en el huerto de Andrés, las patatas tenían un nuevo vecino: el cuerpo sin vida de Ramiro.

 

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