Recuerdo de infancia
JAVIER GARCIA BARRAGAN · Vinarós (Castellón)Fue la primera vez que presencié un juicio y me quedé impresionado. El abogado, un imponente señor de más de dos metros de alto y poblada barba, defendía a un vaquero acusado de desobediencia por negarse a entregar, pistola en mano, a un médico brujo indio acusado injustamente. Aquella seguridad en su discurso, sus paseos por la sala gesticulando mientras hablaba de la igualdad de los hombres, de los derechos humanos, de la justicia como alimento del alma… Seguí su actuación ensimismado, con la misma cara de asombro que los señores que formaban el jurado. Cuando salió en la pantalla la palabra “fin” escrita en inglés y se encendieron las luces del cine, yo ya había decidido que quería ser de mayor, quería ser un hombre bueno como aquel. Entonces tenía siete años. Siempre recordaré la sencillez con que respondió aquel señor cuando le preguntaron su nombre: -Abraham Lincoln.