Cuestión de confianza

Belén Rodríguez Novelle · Madrid 

Se paseaba por los pasillos del tribunal como un vaquero. Paso firme, lento y mirando a su alrededor con un aire de superioridad insoportable. No era la primera vez que se metía en problemas, había hecho de la desobediencia una religión, la seguía hasta sus últimas consecuencias. Algunos decían que servía de alimento para una conciencia llena de rencor y desprecio, pero a él le daba igual lo que pensaran los demás. Por fin, vio llegar a su abogado, «El Brujo», como le gustaba llamarle. Mientras le guiñaba un ojo sabía que en cuestión de segundos haría su magia y le sacaría, una vez más, del atolladero.

 

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