Con la venia

Isabel González Iglesias · Madrid 

Su señoría me impone. Sentado al fondo de la sala me mira con gesto grave. Tras un saludo breve busco el lugar que me han asignado. En este momento hubiera preferido ser cualquier cosa menos abogado. Ella a mi izquierda mirándome con dulzura. En sus ojos veo la esperanza puesta en mí. El pantalón vaquero se me pega a las piernas. Me dijo que viniera vestido más formal. Su señoría pide a todos que se sienten. Vamos a empezar. Las sillas frente a mí se ocupan todas menos una. Al fin aparece corriendo un crío disfrazado de Harry Potter. Me alegro que su disfraz de brujo llame tanto la atención. Mientras le recriminan por su desobediencia, parece que se olvidan de mí. La mujer del juez, sirve los platos y me ofrece uno con una sonrisa. No se qué alimento contiene. Como con una sonrisa. Por ella.

 

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