El abogado del diablo
Laura Galindos ReyesSi, terminé con mis cenizas en una urna. Pero déjenme que les cuente mi historia desde el principio y lleguen ustedes a las conclusiones que consideren de su análisis. Yo era un vanidoso y exitoso abogado que había firmado un pacto con el diablo para hacerme rico a cambio de defenderle en sus incesantes juicios por corruptelas y tráfico de influencias. Y sí, hacía competencia desleal al resto de mis compañeros letrados contrincantes a base de sobornos y de comunicar algún que otro mensaje amenazante a los testigos. Pero como todos sabéis, cuando juegas con fuego, te acabas quemando. En el momento en que dejé de serle útil, el diablo me la jugó y me dejó en una comprometida situación, pasto de tiburones que pedían hacía tiempo mi cabeza o de la policía que me quería entre rejas. Adivinen quién me atrapó primero.
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Cuando uno vende su alma al diablo, ya sabe a lo que se arriesga.
Te deseo mucha suerte y te dejo mi voto.
Besos apretados.
Sí, Laura quien juega con fuego, se quema. Enhorabuena.