El cuento de la abogada
Marta Trutxuelo GarcíaDesde hace un rato me sigue como un perrito faldero. Lleva una libreta y, lápiz en mano, mi hija es la viva imagen de la expectación. Comienza el bombardeo de preguntas: «¿Todas las sentencias son justas?» Y debatimos sobre el reciente fallo que reduce una violación a un simple abuso. «¿La justicia es igual para todos?» Y comentamos la grabación que muestra cómo unas cremas aparecieron en el bolso de una representante pública sin pasar por la caja del supermercado. «¿En los juicios siempre se dice la verdad?» Entre los infinitos ejemplos hoy, primero de mayo, sólo recuerdo eufemismos como apelar a la imposibilidad de renovación de contratos para amparar despidos improcedentes. «¿Crees en la justicia?», es su última pregunta. Y llega el momento de sentenciar: cuando mi hija me lee su redacción sobre lo que significa ser abogada me recuerda por qué aún quiero, pese a todo, seguir siéndolo.
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Hola, Marta.
Las preguntas de los más pequeños, siempre tan incisivas. Y, a pesar de los pesares, ser abogado es muy bonito. Enhorabuena. Un beso.
Hola, Edu!
No sé si será bonito ser abogado, pero espero que para el que lo sea por vocación realmente así lo sienta. Esa era la intención al menos del relato.
Gracias por pasarte, como siempre!!!
Un abrazo
Marta
¡Hola Marta! Tu abogada y su hija son de las mías, a pesar de todo la vocación manda. Como siempre, un micro súper bien conseguido. Un abrazo, enhorabuena.
Carmeeeen! Muchas gracias por tus palabras! Sí… me he quedado con la vocación, por los ejemplos eran como para echarse a llorar… en fin…
Me alegro mucho de que te haya gustado.
Espero el tuyo, eh???
Un abrazo para ti también!
Marta
Hola, Marta.
Qué buenas peguntas tiene esta niña, creo que será periodista o abogada.
Enhorabuena, amiga, te deseo todo lo bueno, todo lo grande y todísima la suerte que se merece esta historia.
A destacar, en mi opinión, el punto de vista narrativo en boca de una niña y la ternura con la que están trabajados los personajes.
Este beso te lo mando como pantallazo.
Suerte!!!!
Hola, Towi!
Mil gracias por tu comentario… me animas mucho, aunque no me he quedado muy contenta con el relato… me parece un poco «gris»…
Espero leerte enseguida, amiga! Me imagino que habrás celebrado por todo lo grande tu premio, verdad??? SIgue así, guapa!
Muchas gracias otra vez y un besazo también desde mi pantalla!!!
Marta
Las vocaciones derriban, difuminan, empequeñecen los contras, las desilusiones, las imperfecciones, y nos animan a seguir luchando por nuestros ideales.
Así lo reflejas en tu relato, y así quiero creerlo yo también
Un abrazooo, Marta!!
Muchas gracias, Amparo!!!
Yo también quiero creerlo, sí señora!!!
Un beso!!!
Marta
Nos niños nos recuerdan la esencia de las cosas. Un bello relato con una protagonista que será (no me cabe duda) periodista que cubra tribunales, o abogada, o jueza, o , mejor aún, una persona honesta. Suerte.
Muchas gracias por tu certeras palabras, Ángel!
No te encuentro entre los relatos… no te has presentado??’
Ah! Enhorabuena por haber sido el más votado por el público el mes pasado!!!
Un abrazo
Marta
Me gusta tu relato Marta, ese juego de preguntas y respuestas que tan bien has hilvanado! Muchas felicidades y mucha suerte.
Tu vecina.
Me alegro mucho, Paloma!!
Gracias mil!!!
Un abrazo, vecina!
Marta
Dicen que lo mejor es enemigo de lo bueno, pero en este caso, Marta, tu micro es excelente, por inmejorable.
Una niña que ejerce de tal, encadenando preguntas esenciales. Incluso vinculas este concurso con el otro, haciendo una excelente labor de «marketera».
Felicidades, Martatrutxu.
Un beso.
Manuel! CUánto tiempo sin leerte por estos lares!!! Dónde estás? Tengo que llamar a Lobatón???
Gracias por tus palabras… la verdad no es que haga de marketera como dices, sino que como no se me ocurría nada recurrí al mensaje que envió Mercedes sobre la concurso para los niños… ay, las musas, que andan de vacaciones últimamente, ja, jaaaa!
Un abrazo y gracias otra vez, Manuel!
Marta
La inocencia revestida de autenticidad que nos adentra en la negra actualidad. Pero la vocación es un pacto con la ilusión y siempre perdurará. Excelente, Marta. Un abrazo.
Salvador… muchas gracias por tu (este sí excelente) comentario.
Un abrazo para ti!!
Marta