ABOGADO CUENTISTA
Margarita del BrezoEl juez solo necesitará mirarte para sentenciar que el despido es procedente. ¡¿Pero a quién se le ocurre depilarse, hacerse un tratamiento de ortodoncia y echarse crema hidratante con aroma de vainilla?! ¡Qué eres el lobo, por Dios! Además, enamorarte de la abuela de Caperucita no te va a ayudar. Ni tampoco haberles pedido a los tres cerditos que sean tus damas de honor. Mira, no voy a engañarte, ahora mismo sería más fácil que yo consiguiera resolver un logaritmo de esos que tienden a infinito que encontrar algún argumento en el que sustentar tu defensa. Me temo, amigo, que a partir de ahora vas a tener que estar pendiente de que no se te pase la fecha de renovación de la tarjeta del paro. Y yo contigo como en el próximo juicio no consiga convencer al jurado de que a la Bella Durmiente la drogaron.
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Margarita, un relato genial, me ha encantado. Los lobos ya no son lo que eran y los cuentos tampoco- Muy bueno, mucha suerte.
Un beso y un voto.
Es verdad, vamos a tener que cambiar los finales. O quizá nuestros principios.
Muchas gracias.
Un beso
Pues te «cuento» que te mereces mi voto.
Un abrazooo grande grande, como Gulliver en el país de Liliput :)
Pues me gusta mucho tu cuento ;)
Un abrazo agradecido de vuelta
Divertido, original… ¡Me encanta!
Y a mí que te encante. ¡Gracias, Patricia!
Hola, Margarita.
Es un micro sensacional. Para una amante de los cuentos infantiles, una delicia. Esos personajes que te has rescatado de los libros con ilustraciones adquieren en tu micro un protagonismo esencial para el desarrollo de tu historia.
Muchísima suerte, compañera, reinononona.
Todos estos besos y aplausos (que ya estarás oyendo) son solo para ti.
Hola, Re-reinona.
Me pierde ser tan cuentista. A lo mejor es que tengo algún trauma infantil porque no me leían cuentos o quizá sea alguna mutación genética heredada por vía paterna de la madrastra de Blancanieves, vete tú a saber. Pero sea lo que sea, merece la pena si al final encuentro estos besos y aplausos que has dejado enteritos para mí :)
Gracias, gracias, gracias.
El triunfo de lo políticamente correcto ha llevado a que los lobos feroces ya no sean ni lobos ni feroces. Y no es que sean lobos buenos, como el del poema de José Agustín Goytisolo, es que se han vuelto demasiado mansurrones, blanditos, una especie de instagramers solo preocupados por sus followers y demás.
Por otra parte, todos los abogados somos un poco cuentistas, y no precisamente porque le demos a los microrrelatos. Ergo abogado-cuentista = abogado.
Suerte, Margarita.
Pues tal y como lo cuentas, lo de los lobos (yo no podría haberlo dicho mejor, tampoco igual), a lo mejor deberíamos hacer algo: ¿nos unimos a la legión de seguidores de sus redes sociales?; bueno, queda más «kul» decir «fologüeamos», ¿no? Creo que al «un millón» le regalan una piel de cordero no canjeable por su precio en metálico.
En fin, que se me va la pinza. De los abogados ¡ni se me ocurre opinar!
A ver si venís pronto los auténticos «instagramers» de este concurso que se os echa de menos.
Gracias, Manuel
Redios Margarita! Ya no se si La Cenicienta se comió a Garbancito , si la abuela de Caperucita era la bruja de la bella durmiente o si el Rey Midas era el vagabundo que pretendía a la dama… ¡Por Dios pon un poco de freno a tu imaginación! Enhorabuena por el relato y encantadísimo de leerte. ¡Suerte!
Mira, Ángel, yo con frenos sería como Ricitos de oro sin pelo, que, ahora que lo pienso, igual era buena idea para las dos. Y a poco que pensemos, tú y yo, nos daremos cuenta de que los cuentos son todos iguales, porque ya me dirás que más le da al lobo comerse a la Cenicienta, a Blancanieves o a un paje real; «al hambre, no hay pan duro».
Y cambiando de capítulo, como ya le he dicho a Manuel, a ver si os publican, que esta página sin vosotros y Towanda no es lo mismo, aunque lo parezca.
Hola, Margarita.
Un estupendo ejercicio de intertextualidad desde el propio título de tu microrrelato. El entronque de lo jurídico con la fantasía, Enhorabuena.
Un beso grande.
Hola, Eduardo.
Siempre es una alegría encontrarte y leer tus generosos comentarios. No me queda más remedio que ponerle fantasía al mundo jurídico para que no sea tan descarado mi desconocimiento, pero no se lo digas a nadie, eh.
Mil gracias y un beso.
Me ha gustado el popurrí de cuentos con mensaje que has hilvanado en tu relato, y tras leerlo, me voy con la sonrisa puesta, y te dejo un voto agradeciéndola.
Mucha suerte. Un beso.
Me encantan tus historias, Paloma, e intento leer todo lo que encuentro tuyo por las redes así que me alegra especialmente tu comentario. Y tu sonrisa, más todavía.
Gracias. Un beso.
Tomas prestados cuentos y personajes de nuestro imaginario colectivo para crear un relato originalísimo y muy divertido. Enhorabuena, Margarita. Un abrazo.
Solo espero que el colectivo no me pida que se los devuelva antes de medianoche o la calabaza se convertirá en Pulgarcito. Crucemos los dedos.
Un abrazo, Salvador, y mil gracias por tu comentario.