Conciencia oscura

Paola Andrea Rocca Targarona · Estepona, Málaga 

Era diabólico. «Culpable», repetía su veredicto una y otra vez, como si fuese un muñeco a pilas. Mi amigo Luis lo había encontrado en el interior de un laberinto, en el último yacimiento en el que había estado trabajando. Era curioso verlo, tan pequeñito, tan elegante, tan…instruido. Comenzó ayudándome a preparar los juicios, pero pronto empezó a enredarme con sus triquiñuelas. Acabó acusándome de falsedad documental. Intenté alejarlo de mí, imaginar que es solo un sueño, pero siempre vuelve, con su pequeña corbata y su pequeño cartapacio. Se sube ágil a mi hombro y me susurra al oído la palabra con la que sabe que me atormenta: «Culpable».

 

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