HACIA LA LIBERTAD

ALICIA URIARTE LANDA · PORTUGALETE BIZKAIA 

Aspiré la última calada al cigarro y tiré la colilla al pantalán. Subí al barco, sin evitar mirar atrás por si alguien me hubiese seguido los pasos. Por mi cabeza giraban sin cesar las imágenes difuminadas de los acontecimientos ocurridos los últimos días. Alguna que otra vez había oído a mi madre, mientras tejía aquellas maravillosas puntillas de encajes de bolillos, aquello de que la feria iba por barrios. Esta vez había llegado al nuestro. Nunca pensé que aquel bastardo del piso de al lado fuese a darle tal paliza a su mujer. Me pudo la ira y acudí en su defensa. ¡l quedo yerto en la habitación. Ahora yo partía hacia un nuevo destino para evitar sentarme en el banquillo de los acusados. Por fin cogidos de la mano, desde la popa y mirando hacia el horizonte, sólo veíamos escrita la palabra libertad.

 

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