PORCA MISERIA

Lola Sanabria García · Madrid 

Socia, entrega el piso como condonación de la deuda, cómprate una toalla y un bronceador y vente conmigo a Benidorm, me aconsejó Pilita. Debí hacerle caso, pero estaba obsesionada con la señora de la venda en los ojos y la balanza. Era de justicia. No pueden dejarte en la calle por unos meses de impago. Pero los bancos no se andan con chiquitas. El abogado, mucho traje y corbatas de diseño, a costa de mis costillas, y no conseguía una mierda. Un revés con el palo de la fregona y el de la toga que se desnuca contra la mesa. En resumen: estoy arruinada. Ni para pagar la fianza. Por otro lado, aquí tengo asegurada la comida diaria. Usted verá, caballero, si sigue interesado en mi defensa.

 

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