Más que

Estela Antin Bernárdez · Guadalajara 

Más que plomo, un plomazo. Un juicio cuyo efecto fue equiparable a medio kilo de pastillas para dormir. Vilma me había invitado emocionada a observar desde un rincón su primera aventura judicial. Yo era fan de todas las series de abogados de la historia. Pensaba que iba a ser testigos de la ágil tensión de todas ellas juntas y bien condimentadas. Pero qué decepción: que toma la palabra, que deja la palabra, que adelante su señoría, que aquí tiene el cartapacio, que vamos a leer detenidamente la argumentación, que se levanta la sesión. ¡¡¡Que se acueste la sesión así nos podemos dormir todos ya!!!! ¡Qué sudor de ansiedad por que terminaran de una vez las eternas exposiciones, que socavón para mi paciencia! Me echaron de la sala, claro. Y Vilma no me entendió: más que un juicio a un vulgar camello, aquello resultó para mi fantasía hollywoodense un vulgar camelo.

 

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