Con la venia

Jara Rupérez Martínez 

Su argumento le dejó sin palabras. Todos lo notaron. Desde el primer día de clase, aquel becario era, para él, como una china en el zapato. El tipo de escoria que estudia la carrera de Derecho con la intención de cambiar el mundo. Imposible disimular. Le había dejado en ridículo delante de todos los demás alumnos y ahora tenía que imponerse ante aquel inusitado tumulto. Dejó caer el manual de la asignatura con su foto en la portada sobre la mesa. Sonó un ruido seco y se hizo el silencio. ¡l sí sabía imponerse; pero la voz del estudiante sonó alta y clara: «con la venia, señoría…»

 

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