NATURALEZA VS. RUTINA
Ana Colás Romeo 
Tras unas vacaciones bastante atípicas, toca volver a la rutina. Sin embargo, pasar unos días en un entorno rural y natural no son suficientes para renovar toda la energía gastada en una dura semana de trabajo, corriendo de un lado a otro, quedando con los clientes a cualquier hora y aprovechando entre juicios y declaraciones para tomarte un café en un visto y no visto.
Estos días, rodeada de todo tipo de plantas, animales variopintos, aire puro y agua cristalina corriendo por los riachuelos, me han hecho reflexionar calmadamente. Un pensamiento recurrente era, si todos los quebraderos de cabeza y los esfuerzos gastados para sacar un asunto adelante son recompensados. Al retomar mis labores supe que sí, que se paga un precio bastante asequible por dedicarte a lo que te apasiona y, la verdad es que compensa, porque la alternativa es una vida sin retos ni desafíos.
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Ana, me gusta porque recoge una reflexión que recurrentemente tengo cuando vuelvo de vacaciones. Algunos le llaman síndrome post-vacacional… lo has descrito muy bien y efectivamente la alternativa no convence… Suerte y mi voto.
El ser humano necesita enfrentarse a retos y desafíos, de lo contrario, todo sería demasiado laxo, iría en contra de la misma vida, que no es otra cosa que aprendizaje y evolución. Lo que no quita para que, de vez en cuando, un paréntesis sea conveniente.
A mí me sucede y supongo que a muchos, que cuando estamos un tiempo breve en un paraje tranquilo, sin obligaciones, pensamos que nos gustaría esa paz de forma prolongada, aunque en el fondo sabemos que pertenecemos a otra dinámica, de la que, en el fondo, queremos formar parte, aunque a veces el cansancio y/o la acumulación de problemas nos hagan pensar lo contrario.
Un relato vitalista y sincero, que reivindica la rutina y lo cotidiano como elementos necesarios para la estabilidad vital, algo que no siempre sabemos reconocer.
Un saludo y suerte, Ana.