Molinos de viento
Maria Navedo SaurinaConocí a Antonio cuando le presenté la oferta de mis clientes para la construcción de la nueva planta. Él acababa de renovar su cargo como alcalde y le interesaba encontrar alternativas energéticas que respetaran el entorno natural. Tras aceptar nuestra propuesta se ha tenido que enfrentar a las demandas de los ecologistas, acusado de favorecer los intereses de los inversores. No conseguía conciliar el sueño porque la paralización de las obras supuso un freno para los proyectos programados.
Sin embargo el juez ha archivado la causa al comprobar que nuestra empresa cuenta con todas las licencias, lo que permitirá que el parque eólico suministre energía a precios asequibles a toda la comarca. Esta mañana me ha comunicado que los primeros aerogeneradores han empezado a funcionar y que al contemplarlos ha sentido un efecto tranquilizador, casi hipnótico. Hoy ambos podremos descansar confiando en la fuerza del viento.
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Cuando se acometen grandes obras, con inversiones cuantiosas, parece inevitable que aflore alguna sombra de sospecha y contraste de intereses y opiniones. La desconfianza es bastante lógica, tras tantos casos de corrupción a los que estamos, por desgracia, demasiado habituados. No obstante, la Justicia está concebida, o debería, para poner las cosas en su justo lugar.
Esos molinos de viento, con su energía limpia, ha acabado abriéndose paso porque es el fruto de una feliz iniciativa para el beneficio común, que cumplidos todos los trámites y filtros, se ha impuesto sobre las reticencias. A ello contribuyen los abogados.
Un saludo y suerte con esta historia, María
Lo que debería ser excepcional se ha convertido en algo demasiado habitual. Confío en que la Justicia consiga aclarar las cosas y que sean otros intereses los que muevan a inversores y políticos a hacer todo correctamente. Necesitamos un mundo más limpio para las generaciones venideras. Gracias por tus palabras.
Como siento debilidad por el viento, por muchas razones, y sobre todo porque tu relato está muy bien escrito, te doy mi enhorabuena, mi voto, y un eólico abrazo.
Una debilidad que compartimos. Quizás porque esa fuerza eólica ya forma parte de muchos paisajes en mi retina. Gracias.
Cuantas trabas a las renovables. Ojalá muchos otros molinos como los tuyos permitan un mundo más sostenible. Suerte y mi voto
Más innovación y ciencia de la mano del Derecho. Gracias.
Atrapa mi voto para que no se lo lleve el viento, María. Buen relato. Un abrazo.
Recojo tu voto al vuelo. Gracias.
A la búsqueda de energías renovables que ayuden a mejorar la vida en el planeta.
Gran apuesta.
Abrazos y mi voto.
Para que la vida perdure. Gracias Lola.
Cuesta romper costumbres y más aún si aparejadas a ellas hay intereses creados.