Honestas Reflexiones

Marta Modrego Alarcón · Zaragoza 

El número 70 en su tarta de cumpleaños y la resaca de tan sólo dos copas de un fino, le recordaban que, aunque tratara de disimular entre sortijas las arrugas de sus manos y reiterara encontrarse en buen estado, los años ya iban pesando. La lejanía de las palabras pronunciadas en su juramento, le recordaban que, aunque tratara de retrasar la despedida, ésta era ya inevitable. Al principio, cuando comenzó a retirarse, la alegría le desbordaba. Tiempo para sus hijos, para sus nietos… y para su más fiel amor: la abogacía. Pero ahora… ahora que casi lo había perdido, se aferraba a él como una niña gritando socorro. “¿Y ahora qué?”-se preguntaba. Y ella misma se respondía: “ los árboles siguen creciendo aunque talen sus ramas, las mariposas siguen volando aunque se manchen sus alas, las montañas… ”

 

 

0 Votos

 

Queremos saber tu opinión