PAISAJES
Nicolás Montiel PuertaÉrase una vez mi madre.
Canturreando en la ventana mientras regaba las plantas con mimo.
Trayéndome un Cola-Cao para que el Título V del Código Penal se me metiera en la cabeza entre sorbos y artículos.
Levantándose para comprobar si yo me había quedado dormida en aquella lejana madrugada de mis oposiciones a judicatura.
Orgullosa por darme, con mucho sacrificio, la oportunidad de ser alguien, de deambular por el lado positivo de la vida con la cabeza bien alta.
Ella, en sus tiempos, casi siempre malos, caminó la senda de la desigualdad con los pies descalzos, armada con su optimismo y su mágica sonrisa, peleando por mí, y por todas las que vinieran detrás, abriendo brecha en una sociedad que conjugaba el verbo discriminar con inhumana eficacia.
Cuando mi hija me pregunta por ella, suelo comenzar diciendo:
Érase una vez tu abuela…
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Maravilloso relato. Muy bien escrito. Retratas con mucha delicadeza el camino vivido de nuestras madres. Mi voto y mi felicitación!!
Muchas gracias, Juan Manuel. Todo lo que digamos de nuestras madres es poco. Un abrazo
Te devuelvo la visita. Vista diacrónica del viaje por la desigualdad que poco a poco vamos superando, aunque creo que se ha hecho más en los veinte o treinta últimos años que en el resto de la Historia. Mi voto.
Avanzamos, es cierto, y además de justo es necesario. Muchas gracias.
Te votaré en honor a esa estirpe de supermadres y luego superabuelas que preparan cola cao a los de su prole.
Te quedo muy agradecido. Si lo piensas bien, también era superheroínas, como tu Fatman.
Me uno al tributo de las supermadres coraje con tacto de seda. Mi voto
Muchas gracias, hay que hacer un concierto homenaje cuanto antes para ellas. Un abrazo
Las madres, siempre dispuestas a todo¿ Verdad Nicolás? Un relato tierno . Me gusta mucho.
Suerte y mi voto. Un abrazo.
Siempre dispuestas a todo, y siempre perdonándolo todo. Muchas gracias.
Érase una vez una gran mujer, de las que supieron sobreponerse a todas las injusticias para cambiar el mundo mediante su fuerza y a través de la descendencia, sin desfallecer.
Un relato muy positivo, un homenaje merecido a un colectivo y un modelo a seguir.
Un abrazo y mi voto, Nicolás.
Qué pena que nos demos cuenta de las cosas con el paso de los años. Muchas gracias. Un abrazo.
Qué bonito.
Un relato que es un canto de agradecimiento. Un homenaje.
Un micro redondo: «Érase una vez…»
Enhorabuena, Nicolás.
Un agradecimiento y una disculpa por tardar demasiado tiempo en hacerlo. Muchas gracias.
Por tu relato entrañable, que resume tanto de nuestras queridas madres en tan poco, es un placer darte mi voto
Te quedo muy agradecido. Un saludo
Un relato precioso y un homenaje muy merecido. Enhorabuena.
Muchas gracias, desde luego que es un homenaje muy muy merecido.
Nicolás… gran relato con grandes frases… me ha encantado lo de «deambular por el lado positivo de la vida».
Gran homenaje a las madres!
Por todo ello, te mando un gran abrazo y un gran voto!
Grande, Nicolás!!!
Marta
Muchas gracias por tu comentario y tu voto. Deambular es más bonito que recorrer. Un abrazo
Siempre me encantan los paisajes y los paisanajes de tus acertados relatos. Muy merecido el homenaje a todas las madres y por ende a todas las mujeres, que siempre se han sacrificado por sus allegados. Por el tema y su trato, merece esta historia el premio. Enhorabuena.
Muchísimas gracias por tus generosas palabras. Y es verdad que las madres se merecen todos los homenajes del mundo. Un abrazo
Nicolás, ante esta genial historia que nos has narrado, solo puedo que aplaudir.
Muy bueno.
Te deseo mucha suerte y te dejo mi voto.
Un abrazo.
Muchas gracias, Javier. Yo también te deseo mucha suerte. Un abrazo.
Nicolás, un relato entrañable y emotivo como homenaje a todas esas madres maravillosas.
Te deseo mucha suerte. Te dejo mi voto.
Besos apretados.
Muchas gracias, Pilar. Somos lo que somos gracias a ellas. Besos apretados también para ti.
Te felicito por tu relato, Nicolás. Un reconocimiento a todas las madres por la fuerza y magia que siempre nos transmiten y, como no, al inmenso cariño y amor que siempre nos regalan. Te envío otro voto de mi parte.
Un saludo!
Muchas gracias, Mª Carmen. Nada es más incondicional que el amor de una madre. Un saludo.
Cuanto hemos agradecido esos desvelos de nuestras madres y abuelas. Me has hecho recordar momentos vividos. Gracias y enhorabuena.
Muchas gracias. Es de justicia plasmar todo lo que les debemos, por lo menos yo. Un abrazo.
Nicolás, es maravilloso. Un homenaje para nuestras madres, que bien se lo merecen.
Abrazos y suertísima.
Muchas gracias, Towanda. Desde luego que se lo merecen. Siempre están ahí, incluso cuando ya no están. Un abrazo.
Qué homenaje más bonito a tantas mujeres que no se han puesto nunca detrás de una pancarta.
Y tu sensibilidad habitual como firma.
Enhorabuena, Nicolás
Las pancartas son necesarias, sin duda, pero la lucha de las madres es diaria, y repleta de lecciones. Muchas gracias. Un abrazo