JUSTICIA DOMÉSTICA
Miguel Ángel García RodríguezAún me dolía la brecha del otro día, pero ese pequeño percance no iba a impedir que aprovechara la oportunidad que me daba la toga para ejercer mi autoridad.
El caso a juzgar requería resolver un problema doméstico de desigualdad en el reparto de tareas.
Debía discriminar correctamente entre lo objetivo y subjetivo de las declaraciones.
Un denunciante aseguraba que, tras tantas horas de trabajo, no era positivo el reparto equitativo. El otro denunciante, sin embargo, afirmaba que, aunque no realizaba tantas horas, su trabajo requería de un mayor esfuerzo físico y no era justo que asumiera tantas tareas domésticas.
Una complicada decisión para un magistrado primerizo como yo.
A punto de dictar sentencia, el juicio acabó repentinamente cuando uno de los denunciantes me recriminó que, aunque estábamos en cuarentena, no era excusa para no recoger mi cuarto.
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Extraordinario relato. Me ha encantado el final, con ese toque de humor, que tanto necesitamos ahora. Mi voto y mi enhorabuena.
Muchas gracias por comentar y votar.
Tenía escrito otro, pero decidí ajustarme a las circunstancias…
Recoger la habitación, una tarea que parece muy ardua para la gente joven, remisos, en muchos casos, a llevarla a cabo.
Un relato divertido, cotidiano y actual.
Un saludo, Miguel Ángel
Pues sí; ahora que tan de moda está el reparto de tareas, nadie se acuerda de los jóvenes y sus deberes jeje.
Muchas gracias por comentar.
Un relato muy bien escrito, habilidoso y divertido. Enhorabuena y mi voto.
Muchas gracias por tu comentario y tu voto, compañero de cuarentena.
Miguel Angel, te envio mi voto para tu relato con ese final divertido. Suerte!
Un saludo
Muchas gracias por tomarte la molestia de leerlo, escribir y votar. Se agradece mucho.
Un saludo.