De abogado a abogada
Marta Trutxuelo García Sin duda, el 9 era su número. La pasantía forjó su carácter y, bajo los auspicios del sugerente año 69, comenzó su romance con la judicatura, relación que pronto cumpliría sus bodas de oro. No necesitaba taparse los ojos con una venda para recordar, nítidos, los casos que se columpiaban entre uno y otro lado de la balanza. Procesos sencillos y complicados. Buenos y malos momentos. Como la vida misma. Y ahora debía condensar toda esa vida en 45 minutos, como en una de sus píldoras matutinas. Así lo hizo, preparó su ponencia. Aquel 9 de mayo, el decano del colegio de abogados de Valladolid acomodó sus noventa años sobre la cama del hospital, se ajustó la toga, y de abogado a abogada, dictó a su nieta, futura promesa del Derecho, un tweet: Innovación tecnológica al servicio de una profesión transformadora, primera ponencia por videoconferencia, Congreso de la Abogacía 2019.
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Has cosido muy bien el relato con la realidad de un congreso a celebrar en Valladolid. Y lo del nonagenario dictando un tweet, muy metafórico. Suerte,amiga.
Muchas gracias, Ángel!
Un saludo
Marta
Martitaaaaaaaa! Muy bien por tu relato publicado! Me gusta tu historia. Yo este mes he sido incapaz de escribir algo decente. Mi voto y suerte!!
Evaaa! Gracias, michicaaa!!!!
No me ha gustado mucho lo que me ha salido pero al menos he vuelto…
No decaigas… aún tienes todo el mes para pensarlo… cuando menos te lo esperes, te sale, verás… no hagas del congreso el tema principal y ya está, seguro que te sale algo redondo, como sueles… a ver si tienes suerte con el del mes pasado, me encantó, en serio!!!
Ánimoooo!!!
Y muchas gracias por pasarte, eh?
Un fuerte abrazo!
Marta
Pues si a ti no te sale, Eva…Prueba con androides y marcianos, parece que gusta… Je, je,es broma…
Muy buen relato!
Suerte
Lara
Graciaaas, Laritaaa!
muxu bat
Marta
De abogado a abogada, de aboganalógico a tecnoabogada. Como en la escultura de Anna Hyatt Huntington de la Universidad Complutense, «Los portadores de la antorcha», el abogado anciano le pasa «los trastos» a su nieta, joven abogada.
Excelente micro, Marta.
Pero no pienses que los nonagenarios no le dan a la tecnología: mi padre, 91 años, es un adicto a su tableta y a las búsquedas en Google.
Un voto y un abrazo.
Gracias, Manueeeel!
Pues mi padre no le da a la tecnología, pobrico, él sigue siendo análogico a sus 90 (para 91), pero todo un manitas y un hombre con la cabeza aún (y toco madera) muy bien armada… qué suerte el tuyo, oyeeees! Felicidadeees!!!
Espero leerte pronto!!
Un abrazoteee
Marta
Hola, Marta.
Jajajaja, qué imagen tan potente la del abuelete tuitero dictando ‘entogado’ a la nieta.
La tecnología es futuro y presente. Así que no debemos bajarnos de ese carro porque nos descolgaríamos del progreso.
Me encanta tu micro.
No he podido venir antes porque no veía los micros publicados. Ha sido el gran Manuel quién ha hecho que la luz naciese en mí con su comentario.
Felicidades y suertísima, amiga.
Ah, y mil abrazos.
Tranqui, Towiiii!
Me alegro de que te haya gustado… yo no estoy muy satisfecha pero al menos sigo por aquí, que ya creía que mi musa estaba de vacaciones (o en huelga!!!).
El tuyo me gusta más, je, je…
Suerte para tí también, amigaaa!
Un besote
P.D. Escribo poco porque estamos de traslado en el trabajo (todo el archivo municipal a otro local… ayyy… toy derrengáaaaa!!!!)
Marta, me ha gustado tu relato, este curtido abogado adaptado a las nuevas tecnologías y que ni estar hospitalizado le impide dar su ponencia.
Suerte y mi voto.
Un saludo.
Javieeer… muchísimas gracias por pasarte y comentar!!!
Mil graciaaas!!!
No creo que mi micro tenga competencia leyendo el tuyo, eh?
Un abrazo
Marta
¡Un relato de 9!
La única pega es que no me dejan votar 9 veces.
Mucha suerte con la ponencia.
Gracias mil, Margaaaa!
ya te contaré si me dan un 9 en la ponenciaaa, ja, jaaa…
Un abrazo y suerte para ti también!
Marta
Buen relato, Marta. Te envío mi voto.
Muchas gracias, Ana!
Un abrazooo
Marta