Saxofón Desafinado

Gabriel Vázquez González · México 

Nunca había destacado por su calidad musical, no había nadie capaz de considerarlo el mejor músico del barrio, pero sí lo etiquetaban como un profesional de la abogacía. Por ello el saxofón funcionaba más como un adorno en su bufete, una razón para cambiar la conversación cuando una mujer deseaba evitar ciertos detalles de la demanda de acoso laboral, o un hombre buscaba un rodeo en la conversación sobre su matrimonio infeliz, el saxofón era ese botón que rompía el hielo con los clientes. En el caso de la expropiación de propiedades en el que se encontraba envuelto, el tema de la dación resultaba espinoso, pero un buen abogado, pensaba, podría resolverlo y él lo era. Cuando ganó la demanda, el estado ya no pudo expropiar nada, los clientes se fueron felices y el saxofón volvió a desafinar, una noche mas, por puro gusto.

 

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