Jam Session

Juan Alberto Díaz López · Madrid 

Érase que se era un lúgubre calabozo bajo el Juzgado de Instrucción y una reja que se abría, apretando un ajado botón. Hallábase en el escenario «er Diuk Elintón», rebautizado sujeto, pues siendo mozo gustó de maltratar el saxofón. Sin dinero, sin recursos, no dio en pago la dación; luego fue la expropiación… Debatiéndose en su psique, apelando a la Razón, ¿hizo bien cogiendo el bolso, sugerente solución? Bien es cierto, no fue el bolso, la vieja se resistió. Poco podía hacer él, sólo un hombre… Un mamón. Por el suelo la arrastró. La fortuna, Diosa esquiva, quiso que resbalara, y en lugar de arrastrarla, fregando el suelo con ella estaba. Lástima… Díjole su abogado, bien sabía, que la conformidad imperaba. Pero la reja se abría, su esperanza no menguaba, su abogado no sabía, su inocencia era probada… Llega ya la Magistrada. Decidió, pues, improvisar una jam session.

 

0 Votos

 

Queremos saber tu opinión