El día del juicio

Tibor Guillermo Pietsch Cuesta · San Agustín del Guadalix, Madrid 

Hoy es el día del juicio. Al entrar en la sala me encuentro con una columnata de mármol coronada por una alta y hermosa bóveda por la que entra una luz cristalina. Cosa atípica en los juzgados de Plaza Castilla, pienso. Con los documentos que traigo es seguro que consiga la dación en pago para extinguir la enorme deuda de mi defendido, pero al abrir el portafolios veo que contiene un plátano y un botón. Me pongo nervioso, miro a mis pies y noto que calzo unas zapatillas de estar por casa en lugar de mis elegantes zapatos de letrado. Entonces el juez empieza a gritar decretando una expropiación forzosa sin indemnización de todos los bienes de mi defendido, mientras de fondo suena una música de saxofón. Pierdo la razón e intento salir corriendo del juicio, pero mis pies pesan toneladas. Despierto sudoroso. Hoy es el día del juicio…

 

 

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