VALLADOLID
Paula Barreda Martín · El Director de BancaJuan caminaba cabizbajo, preguntándose como se había podido meter en éste lío, él, Director de Banca, próximo a la jubilación. Quizás el pago de la hipoteca, la mujer siempre pidiéndole caprichos, los hijos, pidiéndole cada vez más dinero. Y como quién busca encuentra, se topo con unos italianos que querían la clave de la caja fuerte de la sucursal, con la respectiva comisión de por medio. Su abogado le había dicho que el pleito estaba ganado pero él sabía que no era verdad. Entró en el restaurante más caro del pueblo, pidió el menú del día y se marchó a casa. Sus hijos habían hecho una pequeña hoguera en el jardín y su mujer estaba en la cocina. “Juan, he visto un coche impresionante, nos lo podíamos comprar” dijo Conchita, su mujer en cuanto entró. “Claro cariño, lo que tu digas, pero esta vez a la cárcel vas tu”.