Líos de faldas

Joan Iglesias · HOSPITALET DE LLOBREGAT 

Ahora que mis fuerzas se apagan como postreros rescoldos de una vana hoguera veo necesario desvelar la clave del misterio en alivio de mi conciencia. Treinta son muchos años pero recuerdo el pleito, como si ayer fuera. La abogada no cejó en su empeño, cuestionaba mi coartada, se apoyaba en testigos que confesaron no haber visto nada, no había pruebas y sin pruebas no hay condena. No perpetré delito pero sé quién lo cometió, callé ¿soy reo de comisión por omisión? Era mi hermano el responsable de los hechos, ¿no callarías? Fue menú amargo la elección pero escogí el silencio. Trazos de ADN apuntaron a mi familia. Basaron mi acusación en antiguas disputas con el finado, me procesaron. Ni el fiscal ni la abogada sospecharon que un hombre con faldas de sotana hubiera podido matarlo: Fue el párroco, mi hermano, quien lo hizo… su ardiente móvil también viste con falda.

 

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