Fuego reparador o fuego destructor

ESTELA MARZO SOLA · ALFARO - LA RIOJA 

La hoguera ardía vivamente y conforme los papeles desaparecían transformándose en humo y cenizas, mi mente y mi cuerpo se relajaban. Hacía mucho que no me sentía tan bien, desde el momento en que me involucré en este pleito que había secuestrado los últimos 6 meses de mi vida, desde aquel día en que el presidente de la Comisión de Urbanismo del Ayuntamiento me planteó un “sencillo asunto” de recalificación de terrenos. Desde entonces, el menú diario incluía entrevista por la mañana, rueda de prensa por la tarde, portada de revista para cenar,…. ¿Por qué no nos avisan de esto en la Facultad? El teléfono sonaba insistentemente, pero después de este descalabro profesional, lo último que quería era conversación. El contestador grabó el mensaje de mi pasante: ¡Lo tengo! La clave es la cuñada de la hermana del concejal de la oposición, ella firmó la factura; la tienes ¿verdad?

 

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