ALZHEIMER

INMACULADA LAX MUÑOZ · ELDA (ALICANTE) 

Te amaré siempre. Me lo dijo a bocajarro, mientras daba buena cuenta del menú de tres al cuarto al que la había invitado para festejar mi ingreso en la comisión del Turno de Oficio. No me sorprendió. Así era ella, imprevisible siempre en sus afectos. Podia enviarte con un golpe de melena a quemarte en la hoguera del último de los infiernos o sonreírte ingenua y transportarte al séptimo cielo. Implacable en cualquier pleito, con precisión de cirujano desgranaba cada respuesta hasta dar con la clave. Te desarmaba, te anulaba y lo peor es que todas sus “víctimas” la acababan adorando. Debí contestarle que yo también la amaba, pero no lo hice, permanecí imperturbable sin demostrar signo alguno de calidez hacia ella. Ahora me mira, atrapada en su mente, sin conocerme, sin recordar lo que fue, lo que fuimos, y yo beso despacio su rostro maldiciendo mi suerte.

 

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