Turno de negocio

Pilar Marco Novella · Zaragoza 

Erase vez que se era un país donde la Constitución refrendada por sus habitantes les gobernaba, acordaron que la única profesión que en la misma se recogería sería la abogacía para que todos tuvieran acceso a la justicia aunque no tuviesen ingresos. Lo llamaron turno de oficio y sólo los mejores abogados, los más preparados y vocacionales, podrían prestarlo. Y así, fue referencia para otros países hasta que, pasados poco más de treinta años, la idea de negocio se infiltró por parte de grupos de intereses creados entre los políticos burocratizados. Sólo hablaban de costes, y se sacó a licitación, a boleto se privatizó. Se montó un cirio pascual pero los letrados no eran políticos, no sabían del poder de las estadísticas frente al de los derechos constitucionales.Y colorín, colorado, si nadie lo evita este es un cuento que ya ha comenzado.

 

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