SMS

Jordi Pastó Tella · Lleida 

Había sido un mal día y tan pronto como abrí el móvil me di cuenta de que aún podía acabar peor: mi novia acababa de dejarme con un escueto SMS. Colgué la toga y salí del juzgado de Instrucción llevando a rastras el peso de la mochila de tantos años junto a ella, preguntándome qué nos había pasado y si acaso había estado viviendo en una burbuja todo ese tiempo. Anduve solitario por la calle meditando qué hacer hasta que al fin decidí rebelarme contra ese final por decreto. No me hacía falta ninguna encuesta entre los más allegados para descubrir que no era el hombre perfecto, pero estaba dispuesto a cambiar. Cogí el móvil y vía SMS le supliqué un HABEAS CORPUS. Ella también era abogada y estaba seguro que me entendería y me concedería una segunda oportunidad. Al poco, recibí su respuesta tajante: NON BIS IN IDEM.

 

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