El señor Alzheimer

Margarita Agueras Moreno 

Una esponja empapada en jabón recorre la espalda de Julia. Uno de los pocos placeres que disfruta cada día. Desde hace unos años un conjunto de cosas se han confabulado en su contra .Primero la muerte de su marido y después la visita de un extraño que poco a poco le está haciendo perder la memoria. Ya no recuerda casi nada, a veces ni su nombre, tampoco que trabajó durante veinticinco años en un bufete como secretaría, era muy eficiente mecanografiando cientos de legajos necesarios para algunos juicios. Hoy cumple 75 años y además de Alzheimer, ya solo recibe visitas de su sobrina Andrea. Cada domingo llega con una rosa y unos bombones, come con ella en la residencia de ancianos, después la monta en el coche, le pone música de Mozart, baja la ventanilla para que entre el aire fresco y solo entonces Julia sonríe.

 

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