El periódico

Jara Rupérez Martínez · Madrid 

Después de una incontable cantidad de juicios sumarios, expedientes increíbles plagados de burbujas legales y decretos inapelables, el abogado de Toni Marcciano se sentía un vencedor nato. Alguien capaz de enfrentarse a la peor de las tormentas sin despeinarse ni mancharse de barro los zapatos de charol. A pesar de haberse servido de las peores estratagemas para poner la libertad a los pies de su único cliente se sabía poderoso; como el estudiante desvalido que supera la más dura instrucción militar. Todavía no sentía sobre sus espaldas la carga de la mochila más pesada: la culpa. Por eso, cuando desayunó contemplando cómo la encuesta de popularidad del periódico de la mañana le situaba entre los personajes menos queridos del país, justo por debajo de Belén Esteban, esbozó una enorme sonrisa de autosatisfacción.

 

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