Imagen de perfilLA ALTURA DEL ESTRADO

JAVIER VIGIL DE QUIÑONES PARRA 

En estrados todos somos iguales, la silla no es más que una silla, nuestras piernas igual de colgantes que las de su Señoría o las del colega de enfrente, y las miradas, que fuera hacen equilibrismo entre la lástima y la condescendencia, aquí solo hablan de nervios, ilusión o rabia, la abogacía es el trabajo más inclusivo del mundo—Dije a mi flamante “junior”, antes de entrar en sala—.

—Gracias Carmen, de silla a silla, nadie como tú para promover el empleo justo de personas con discapacidad.
—No, Luis, gracias a ti por demostrar que eres tanto o más productivo que alguien con plena movilidad.

Dentro, Luis defendió con uñas y dientes la valía de las personas con discapacidad, era su segundo juicio, pero experimentaba un crecimiento exponencial en cada intervención.

—Muy vehemente, compañero.
—Sabía de lo que hablaba, jefa.
Giró con garbo su silla, y salió triunfal de la sala.

 

+5

 

Queremos saber tu opinión

4 comentarios