TORMENTA INTERIOR
Eva María Algar GarcíaLlovía a cántaros. Desde la ventana, Mario observaba a los viandantes batirse en duelo contra el viento, esgrimiendo inútilmente sus paraguas. Las gotas de lluvia golpeaban los cristales pretendiendo atravesarlos, cubriéndolos de lágrimas que, abatidas, resbalaban sin lograrlo.
Melancólico como el cielo, Mario lamentaba haberse dedicado a la abogacía contraviniendo los deseos de su padre, al que tanto decepcionó. Ahora, demasiados problemas le impedían conciliar el sueño: debía mendigar sus honorarios, que apenas cubrían todos sus gastos, la clientela escaseaba, los pleitos se eternizaban…
Volvió quedamente al escritorio y miró taciturno su fotografía de bodas. La extravagante camisa que lucía su marido le hizo sonreír y recordó lo mucho que significó para ellos aquel día. Comprendió entonces que nadie mejor que él, miembro de una comunidad estigmatizada, podría defender los derechos heridos de los más vulnerables.
Aquiescente, la tormenta cesó y dedicó a Mario un brillante y hermoso arco iris.
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Evaaa! Inauguro tu marcadooor!
Qué precioso relato te has marcado este soleado día… melancólico como la meteorología gris y lacrimosa que enmarca la historia, pero de esperanzador, con el final emotivo y sentimental que propones.
Me ha gustado mucho, Eva!
Enhorabuena!!!
Suerte y te mando un abrazo y mi voto!!!
Marta
Y muy simbólico… ahora que leo lo del arco iris… dobles lecturas!!!
Pues es verdad! Ahora caigo.
Cómo me animan tus comentarios, Marta! Encantada de que abras el marcador, muchas gracias! Espero leerte pronto. Besos.
Gracias a ti, Eva… da gusto comentar un relato tan poético… de los que animan el día!
Espérame sentada al mes que viene (espero!), este mes también os leo sentada en el banquillo… estoy castigada a copiar 150 veces: «redactaré bien mi próximo relato»… snif… (el snif es mío, je, jeee…).
Un beso, guapa!!
Marta
Vaya por Dios! La Reina de los Cuentos debe salir del banquillo ya! Nos manifestaremos si hace falta, jaja. En marzo te veo, bonica.
Un voto enorme (he intentado clikar 10 veces, pero…) La lluvia como lágrimas abatidas…imagen de las tormentas que se desatan en el corazón. Y ese sentimiento inmaculado de la justicia que cuando aflora da sentido a nuestro quehacer diario y es nuestro particular bálsamo de Fierabrás.
Precioso, precioso. Un placer leerte, Eva.
Tus comentarios sí que son preciosos, Ángel. Gracias por tu voto.
PD. Verás que por este mes he dejado las prisiones, jaja. Abrazo enorme.
Un micro fantástico. Un final emocionante. Me ha encantado. Mucha, mucha suerte; la mereces. Por cierto, en enero me incorporé muy tarde pero he de decirte que tu relato me pareció redondo, magnífico.
Muchísimas gracias, Manuela, la admiración es mutua. Un abrazo.
Poético relato y paralelismos bien trabados. Me gustó. Saludos
Muchas gracias, Miguel, el mejor premio es que gusten los relatos que escribimos. Saludos.
Me ha gustado mucho la delicadeza con la que se ha tratado el tema de la homosexualidad. Suerte.