Vanidades
Carmen Soucase Furió · Gandía (Valencia)Alberto remato la Falla. ¡Espectacular¡ Había conseguido plasmar la feria de las vanidades de la Justicia: un gran Magistrado, con prepotente sonrisa y grandes puñetas,blandía en su mano derecha un ejemplar de la Constitución; en su mano izquierda una maza que hacia peligrar su equilibrio; su pie derecho sostenía una balanza; el izquierdo reposaba sobre pilas de legajos y un enjambre de abogados con togas de reluciente color rojo, rodeaba su oronda figura,como auténticos diablillos.Alberto decidió sacarla a la calle, no era marzo, pero daba igual,quería que todos contemplaran aquella crítica al sistema. Era enero y hacia buen tiempo. Aquella noche un manto de nieve cubrió la Falla.El corcho se mojó y la pintura desapareció.La Falla cayó sin fuego. Siempre tan precavido, y aquel día no tuvo en cuenta la prevención del riesgo.Al mirarla tras sus lagrimas…sonrió?,se habían salvado los diablillos rojos.