Pluriempleo

MONTSERRAT PÉREZ MARTíNEZ · Barcelona 

Ricardo Soler, salía del juzgado. Acababa de conseguir una pensión de incapacidad para su representada. Aunque sabía que la Seguridad Social presentaría recurso de apelación, la sentencia era un triunfo. Se sentía orgulloso de ser abogado, claro que hubiese preferido seguir manteniendo en cartera a las grandes empresas de antaño, que aportaban mucho más beneficio económico. Pero, no corrían buenos tiempos…. No obstante, Ricardo no permitiría que sus niños tuvieran que dejar su prestigioso colegio, ni que su esposa, Daniela, tan exquisita, con sus gustos de gourmet, renunciase a su placentera vida. Por eso, se dirigió hacia el hotel donde martes y jueves, cumplía con su segundo empleo, satisfaciendo deseos de señoras bien acomodadas. Entró en la 412. En la penumbra, se acercó a su cita. Besó su nuca, buscando sus labios…. -¡Ricardo!…. -¡Daniela!…, yo…, la crisis….Pero… ¿y tú?….

 

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